No todo México sabe lo que es un raspanieves, o un doriloco, y aquí en Jeréz, "cajeta" es ate de membrillo. En sus panaderías hay piezas únicas, como empanadas de "cajeta" o un rollo grande relleno de "cajeta" espolvoreado de azúcar glass.
viernes
DETALLES AL CAMINAR POR SUS CALLES
Hay pueblos en México en donde muchas veces el sabor fundamental del lugar no radica sólo en sus cinco o seis edifícios principales, o en su plaza en el corazón. Muchas veces su verdadero rostro está en las demás calles, a donde los mapas oficiales no señalan un monumento o una iglesia, sino en donde late la vida diaria, en donde compran los habitantes mismos, en donde se surten, donde compran su pan, y no precisamente en donde se calcula que se asomarán los visitantes. Las calles de Jeréz revelan su espíritu a flor de piel, basta con adentrarse una o dos cuadras en dirección cualquiera, y se verán cosas que hablan de sus verdaderas costumbres, gustos, aficiones, lenguaje, tradiciones.
No todo México sabe lo que es un raspanieves, o un doriloco, y aquí en Jeréz, "cajeta" es ate de membrillo. En sus panaderías hay piezas únicas, como empanadas de "cajeta" o un rollo grande relleno de "cajeta" espolvoreado de azúcar glass.
No todo México sabe lo que es un raspanieves, o un doriloco, y aquí en Jeréz, "cajeta" es ate de membrillo. En sus panaderías hay piezas únicas, como empanadas de "cajeta" o un rollo grande relleno de "cajeta" espolvoreado de azúcar glass.