En un vaso generoso (en su versión chica, y aún más generoso en su versión mediano y grande), se reúnen: hielo raspado, jarabe NATURAL de guayaba, nieve de vainilla y mermelada de guayaba. El ázucar es muy moderada, de modo que no hay forma de empalagarse. Una cosa es que lleve jarabe, nieve y mermelada, y si uno se imagina esos ingredientes juntos pensaría que es una bomba dulce y que no hay forma de comerlo. Sin embargo, el jarabe natural es principalmente jugo de la fruta, la mermelada es principalmente trocitos de fruta, y la nieve (que hacen ellos mismos) es muy discreta en cuanto a ázucar, de modo que es un gran postre que se disfruta por su sabor y su frescura, y para nada satura con dulce.
Además como lleva hielo raspado, equivale a agua muy fría que diluye y reduce la posible concentración de azúcar. En verdad es un postre muy equilibrado, y que mejor que probarlo en la ciudad y en el negocio en que nació.
El jarabe tradicional es el de guayabas, pero tienen otras opciones: vainilla, coco, nuez, kiwi, piña y café, todos ellos naturales, hechos con la fruta o el ingrediente directo, nada de escencias perfumadas pero artificiales.
La nieve también tiene su sabor tradicional: vainilla, pero han incorporado otros sabores: canela, chocolate o menta.
La imagen que aquí se muestra es de un raspanieves chico. mediano y grande aumenta el tamaño y la cantidad de ingredientes, así como de bolitas de nieve.
Si hubiera algo que el visitante "tuviera" que hacer para disfrutar Jeréz en pocas horas, la recomedación sería llegar al centro de la población, comprar un raspanieves y salir a caminar por la plaza principal, visitar el quiosco en el centro del jardín donde está el módulo de Turismo, ubicar los puntos principales en el mapa que ahí le den, y recorrer el sitio. Para antes de llegar al Santuario ya se habrá terminado el raspanieves y podrá entrar sin problema, y llevará en su paladar refrescado el sabor de este pueblo mágico.
